sábado, 18 de agosto de 2012

CHAMPIÑONES RELLENOS DE LA TITA PAQUI

¡Hola lectores!

Aquí os presento este entrante o tapa de champiñones rellenos con jamón serrano de la "Tita Paqui". Una receta fácil y sencilla, pero sobretodo muy sabrosa.

Los champiñones rellenos pueden servir como plato principal o como aperitivo. Yo personalmente lo prefiero como aperitivo para acompañarlo con una buena cerveza, una combinación ideal para el calor que nos acompaña  en este verano.


champiñones rellenos


INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS:
  • 500 gr. de champiñones 
  • 3 dientes de ajo 
  • 50 gr. de queso cremoso de untar 
  • 200 gr. de jamón serrano en taquitos
  • 250 gr. de nata para cocinar 
  • Aceite de oliva 
  • Sal 
Una vez tengamos todos los ingredientes empezaremos con la elaboración .

ELABORACIÓN:

Lo primero que vamos hacer es lavar los champiñones. Para ello utilizaremos un escurridor y los pondremos debajo del grifo del agua para quitarles bien la tierra. Es muy importante lavarlos bien, pues es muy incómodo encontrarte tierra al comerlos. Una vez tengamos los champiñones limpios procedemos a cortar los cabos de los champiñones y los cortamos en trozos pequeños. Los cabos nos servirán para el relleno de los champiñones.


champiñones rellenos
Cuando tengamos los cabos cortados, en una sartén de tamaño mediano echamos un poco de aceite para dorar los dientes de ajo. Cuando veamos que los ajos están dorados añadimos los cabos de los champiñones que hemos cortado antes y le añadimos un poco de sal, el queso cremoso de untar y la nata de cocinar y lo dejamos cocer unos 5 minutos mientras lo vamos moviendo. Cuando quede poco para que termine de cocer añadimos unos 100 gramos de jamón  serrano.

champiñones rellenos


Cuando haya pasado el tiempo de cocción, lo dejamos enfriar para proceder al relleno de los champiñones. Antes de empezar a rellenarlos, vamos a poner el horno a calentar a una temperatura de unos 180º.

Conforme vayamos rellenando los champiñones, los vamos colocando en una bandeja para horno. Una vez tengamos todos los champiñones rellenos y colocados en la bandeja, le añadimos por encima el resto de jamón serrano y los introducimos en el horno. Bajamos el horno de temperatura, lo ponemos a unos 160º durante 15 o 20 minutos. Para comprobar si los champiñones están listos los pinchamos con cuidado con un tenedor. 

champiñones rellenos


Finalmente, procedemos a servirlos. Se pueden acompañar de muchas maneras, con alioli, mayonesa o simplemente con un poco de verdura.



Espero que os haya sido sencilla el hacer esta receta. Buen provecho y disfrutad del verano. 

miércoles, 1 de agosto de 2012

UN VINO PARA CADA MOMENTO


¡Hola a todos!


Por fin esta aquí el esperado mes de agosto y con él sus terrazas y sus cenas en buena compañía. Por eso, quiero compartir con vosotros un interesante artículo de la Dra. Dª. Ana Haro García para www.pulevasalud.com, sobre cómo elegir un vino para cada ocasión. 



Ya sea estando de tapas, disfrutando de una comida al mediodía o una cena en buena compañía es fundamental elegir el vino adecuado. 



un vino para cada momento


Dado que cada vino tiene su personalidad, su aroma, su cuerpo, su graduación, etc., aquí se muestra una guía para saber combinar cada vino con la comida de modo que se potencien las propiedades de ambos.


Un aliado caprichoso.

El vino, aliado indiscutible de cualquier reunión social o familiar, es el complemento perfecto de una buena comida. Degustar una copa de buen vino mientras saboreamos un exquisito plato es todo un placer que hay que saber apreciar.

La elección del vino que acompañará a una comida puede ser un verdadero quebradero de cabeza si comprobamos la amplia oferta de vinos comercializados, capaces de seducir al paladar más exigente. No desesperemos, siguiendo unas normas básicas y paladeando algunos buenos vinos, poco a poco iremos distinguiendo los distintos matices que diferencian a unos de otros y saldremos triunfadores de nuestra elección.


¿Cómo elegir el vino ideal?

El vino ideal debe ser un vino de calidad, que proporcione placer al mismo tiempo que potencie el plato al que acompaña. Será un vino que nos sepa a poco, que sintamos haber terminado la botella.

Al elegir el vino más adecuado para acompañar un menú habrá que tener en cuenta el plato al que va a acompañar. El dogma de tinto para carnes, blancos para pescados y rosados para arroces no siempre tiene sentido. A veces, armonizar los sabores resulta casi imposible, hay platos difíciles de combinar y hay que dejarse llevar un poco por el sentido común y el gusto personal. 

En general, se aconseja que los vinos sean ligeramente más suaves o igual de potentes que el plato que acompañan, lo que se pretende es que ninguno solape el sabor del otro y podamos disfrutar tanto del plato como del vino. 


Vinos blancos 

Los blancos resultan perfectos para acompañar sopas, cremas y pescados, pero depende del tipo de pescado. Por ejemplo, un albariño, aromático y frutal, es ideal para un pescado ahumado, un marisco o una sopa de pescado, pero resulta inapropiado para acompañar una merluza. Un chardonnay es perfecto para el pescado blanco y los blancos de crianza son ideales para los pescados azules o de río. 

Los espárragos, que vuelven amargo el vino y los ahumados que a veces solapan su aroma, van muy bien con un blanco de crianza.

El fino y la manzanilla son perfectos para aperitivos (jamón ibérico, los mariscos, frituras de pescado, almendras, aceitunas y quesos curados o semicurados).

Para los postres escojamos un blanco licoroso. 


Vinos tintos 

Los tintos jóvenes acompañan a ensaladas suaves, huevos, quesos, morcillas, embutidos, estofados y carne en general, mientras que los tintos de crianza acompañan muy bien a platos de carne joven, de cerdo, de cordero lechal y pato, potajes así como platos que lleven alguna salsa ligeramente dulce.

Los reserva y gran reserva son ideales para la caza mayor, las setas, las trufas o los asados en horno de leña.


Vinos rosados 

Los rosados van bien son sabores fuertes donde se mezclan muchos ingredientes y se juega con los agridulces, con lo salado y lo dulce. Los arroces y paellas se sirven con un rosado, al igual que las alcachofas, tan difíciles de combinar.

La pasta se puede acompañar de un vino blanco, rosado o tinto, aunque si lleva salsa boloñesa es preferible poner un tinto.


Vinos espumosos 

Los vinos espumosos, por su paladar fresco y chispeante, son perfectos para los meses de calor. Los cavas y espumosos son recomendados para el caviar, foie-gras y la mayoría de los platos, excepto los muy condimentados.


¿A qué temperatura hay que servirlos?

Cada vino necesita una temperatura determinada para apreciar sus cualidades en toda su plenitud.

Los blancos y finos deben servirse entre los 6 y 8 grados; los rosados sobre los 10ºC, los tintos jóvenes sobre los 14ºC, los de más edad entre 17 y 19ºC y el cava, siempre muy fresco, entre 4 y 6 grados.

Los tintos con crianzas son muy sensibles a la temperatura. Si se sirven a temperaturas demasiado altas, el alcohol se percibe por encima de otros aromas; si la temperatura es demasiado baja, sus aromas se “esconden”.

Pero de nada nos sirve cuidar su temperatura a la hora de servirlos si previamente no se han conservado en óptimas condiciones de temperatura, humedad, iluminación... Un vino joven no mejora con el tiempo y debe ser bebido en un plazo corto de tiempo al igual que los espumosos, mientras que un vino demasiado viejo no es garantía de plenitud. Y respecto a los vinos de crianza aunque mejoran con el tiempo, en general el tiempo de permanencia en botella no debe superar al que tuvieron de crianza.


¿Qué copas son las aconsejadas?

Otro de los elementos fundamentales para valorar y degustar un vino son las copas, que deberán ser de cristal fino y transparente y de pie fino pero estable.

En general, las copas de vino blanco son más pequeñas que las de tinto, y dentro de éstas, las de crianza deben ser más amplias que las de tinto joven con objeto de permitir una aireación más rápida que permita percibir sus aromas en un corto tiempo. Para los espumosos, utilizaremos una copa más esbelta y alta, de "flauta", para poder apreciar mejor sus burbujas.


Espero que os haya servido de ayuda.