CURIOSIDADES GASTRONÓMICAS. PRIMERA PUBLICACIÓN
Hoy empieza este nuevo apartado de curiosidades gastronómicas en la que queremos dar a conocer lo que pasa en el mundo de la gastronomía. Mediante artículos y publicaciones que se cuelgan por la red y que no todos podemos seguir.
Por eso, desde imaginacreadegusta queremos dar a conocer lo que otros hacen para que su esfuerzo sea apreciado por todos y todos aprendamos más sobre este fascinante mundo que no deja de sorprender a propios y a extraños. Aquí va el primer artículo:
CERVECEROS NEOZELANDESES PRESENTAN UN REVOLUCIONARIO ELECTRODOMÉSTICO CAPAZ DE PREPARAR 23 LITROS DE CERVEZA EN SIETE DÍAS.
Williams Warn Personal Brewery; quédense con su nombre pues así se bautiza el milagro que los bebedores de cerveza han estado esperando durante 5000 años, la tecnología necesaria para permitir que uno elabore la cerveza perfecta sin salir del hogar. Hagan sitio entre la cafetera o la máquina de pan, porque si la Tierra se hizo en siete días…¿no se va a poder hacer cerveza, que también es complicado, en el mismo tiempo?
La máquina incorpora seis de las principales
características técnicas de una fábrica de cerveza convencional, pero en un
recogido aparato todo en uno que
La máquina incorpora
seis de las principales características técnicas de una fábrica de cerveza
convencional, pero en un recogido aparato todo-en-uno que permite “elaborar
la cerveza más fresca en el planeta con el mínimo esfuerzo”; y
degustarla con el grifo que trae incorporado.
El novedoso sistema elimina muchos de los problemas de
oxidación, el control de temperatura y el período de carbonatación a los que se
enfrentan los “cerveceros caseros”, para reducir las 4 semanas del proceso
habitual a sólo una semana de nada.
Lan Williams y Avisar Anders, socios en la empresa,
aparentemente han solucionado los handicaps a los que se enfrentan miles de
fábricas de cerveza de todo el mundo, para simplificar el proceso de
elaboración y las inconsistencias en el producto final.
La máquina incorpora
seis de las principales características técnicas de una fábrica de cerveza
convencional, pero en un recogido aparato todo-en-uno que permite “elaborar
la cerveza más fresca en el planeta con el mínimo esfuerzo”; y
degustarla con el grifo que trae incorporado.
El novedoso sistema elimina muchos de los problemas de
oxidación, el control de temperatura y el período de carbonatación a los que se
enfrentan los “cerveceros caseros”, para reducir las 4 semanas del proceso
habitual a sólo una semana de nada.
El proceso que han patentado
asegura la oxidación mínima del producto, lo que hace que la cerveza producida
en la Williams Warn Personal Brewery salga con increíble frescura. Y al ser
un proceso industrial a escala mínima, también permite elaborar los 78 estilos
de cerveza oficiales, así como la
opción de desarrollar uno propio.
La máquina fue inicialmente ideada por el neozelandés Ian
Williams en 2004,
mientras discutía de las dificultades de la elaboración de la cerveza con su
tío, tras un viaje de vuelta de su trabajo como consultor internacional
cervecero.
Tras esa charla comenzó a investigar los problemas relacionados
con la fabricación de la cerveza en casa, una práctica muy común en Nueva Zelanda desde la
década de los setenta, aunque muchos aficionados siguen
desencantados con la calidad del resultado final, demasiado mediocre.
Así que se asoció con Anders Avisar, un ingeniero y amigo cercano,
para dar forma al material con que se hacen los sueños del bebedor
de cerveza.
Finalmente, en 2011,
después de varias rondas de inversión para construir distintos prototipos,
después de 100 tipos de cervezas fabricadas y de docenas de catas a ciegas, las
primeras unidades y los ingredientes que se utilizarán para la elaboración
están listos para la venta. Cada paquete de, por ejemplo, rubia Ale, costará
unos 40 dólares neozelandeses (21 €); y dará para fabricar 27 litros de cerveza
propia
Williams ayudó a la cervecera Tiger Beer de China a obtener un premio mundial con sus productos en
1999 y ahora quiere llevar la magia de sus procesos a todos los públicos. Por
eso la máquina viene con tres funciones: el modo básico o “a prueba de idiotas”, el
avanzado (que requiere más ingredientes y puede preparar los 78 tipos de
cerveza) y el creativo, donde uno puede gustarse con cervezas de distintos
aromas y composiciones.
La “cervecera personal” costará 5.500 dólares
neozelandeses (casi 3.000 euros) y pretende aliviar una de las principales
frustraciones de los aficionados a la fabricación de cerveza casera, que es la
paciente espera de cuatro semanas para poder beber el primer sorbo.
La Williams Warn Personal Brewery inicialmente
se venderá en Nueva Zelanda solamente. Sin embargo, hay
planes de expansión en el resto del mundo. Será en
cuento los aficionados de su país, sin duda los más sibaritas a la hora de
elaborar cerveza de calidad, den su visto bueno.
Esta publicación es gracias a :cervezaypunto.es
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